miércoles, 27 de marzo de 2013

Catching Fire

¿Para qué es este blog? No sé.  Es para mí, supongo.

La relación que tengo con mi papá me duele. Me ha dolido por años y durante mucho tiempo pensé que  las heridas que tenía ya habían cicatrizado. Pero no. Desde hace algunos meses se abrieron de nuevo y aunque me arden, creo que verlas me está permitiendo que realmente se limpien y se sanen del todo. Por lo menos eso quiero pensar.
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Hay visitas que son agotadoras. Este sábado recibí una de ellas. Era una vecina de mi cuadra en Alemania, de la calle Saarbrückener en la que viví durante un año. Tiene mi edad, es amable y no es fea, lo cual creería uno que es una buena combinación para divertirse y alegrarse por la visita. Tal vez las heridas de las que hablo necesitaban más atención y no estaba "en forma" para turistear por ahí. El problema comenzó cuando me di cuenta de que su estadía coincidía con la santa semana de descanso y no solo eso, se quedaría de sábado a sábado. Quiero mucho a Alemania, siento admiración y respeto por ese país. En el fondo también le temo. Y a pesar del vínculo que siento es posible ser demasiado alemán, hago énfasis en la connotación negativa que tiene esa palabra tan prostituida.
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Tal vez escribir durante 10 minutos diarios sea buena idea, tal vez así se pueda llamar mi blog, quince minutos -como la revista de farándula-. Escribo durante diez minutos sin parar y le dedico 5 a la edición y como quedó, quedó... Podría escoger la estrategia que quiera y escribir sobre lo que quiera. Realmente es para mí, que sea publico o privado es otra cosa... Tal vez si pueda cambiarle el nombre y de alguna forma desconectarlo de mi identidad virtual para no asociarlo a mi imagen en la red. Mi yo 2.0 como el libro que está en la oficina, estoy seguro de que el autor de ese libro no le recomendaría a uno escribir así como un loco, desesperado sobre cualquier cosa y publicarlo vinculado a su nombre para que millones, o no, realmente unos pocos -pero tal vez uno de ellos importantes- lo lea.

Qué desorden, así está mi cabeza ahora.

Hasta mañana sin edición.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Hace dos años la ducha, hoy El Librero.

Llevo apenas una semana en El Librero. Es una revista de libros y mi tarea es reseñar lo último que sacan las editoriales principales del país. Me he enterado de muchas cosas en el poco tiempo que llevo, además de leer un montón escribo un par de artículos para cada edición. Este viernes le haré una entrevista a la directora de la Biblioteca Luis Ángel Arango por el Congreso CILELIJ que se hará dentro de unos días. Es emocionante el trabajo y estoy feliz de tenerlo, me abrirá muchas puertas y desde ya ha sido una experiencia enriquecedora.

Guadalupe y Pablo se aman y se odian en Buenos Aires, Paul Steinberg sobrevive al holocausto, Facebook se usa como herramienta de mercadeo, Boris el oso quiere hacer amigos, la mina El Zancudo cambió la historia de Antioquia, Púberman es la nueva urbanidad de Carreño, los sistemas familiares los afectan los vivos y muertos... En fin, los temas que he leído hasta ahora son muchos. Unos más apasionantes que otros, pero qué así es la vida. Por ahora estoy feliz de poder viajar mentalmente a lugares tan remotos y diversos, cerrar el libro y llamarlo trabajo.